«Ven a darme un poco de calor, que el invierno es cruel con una vieja como yo», dice la abuela, metida en la cama. Caperucita Roja se quita los zapatos, se acurruca entre las sábanas junto a la anciana y se duerme enseguida. La larga caminata y los juegos con el lobo en el bosque la han dejado rendida. Pero la niña pronto abre los ojos […seguir leyendo…].
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5 de septiembre de 2011 a las
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